14 Ago ¿QUÉ CEPILLO ELEGIMOS PARA NUESTRO MALTÉS?
ELECCIÓN DE UN CEPILLO CORRECTO
Hay mucha gente que busca información sobre los cuidados del maltés, y especialmente el pelo del maltés.
Hay información en diferentes páginas web y algunos artículos pero en general no es de profundidad y no es específica.
Voy a dedicar unos apartados divididos en tiempo para ayudar en lo posible aquellas personas que poseen un maltés y quieren cuidar el pelo lo mejor que puede, ya que, aunque no sea de exposición, tener un ejemplar blanco con el pelo cuidado es un orgullo para los dueños.
Creo que no hay ninguna raza que luzca tanto un manto cuidado como el bichón maltés, y como criadora que soy, me gustaría compartir algo de lo que yo sé.
En este primer apartado voy a hablar de algo tan básico como la elección del cepillo y peine correcto para empezar a peinar nuestros malteses.
Me llegan preguntas sobre qué cepillo hay que usar, qué tipo de peine y para qué sirve.
Todos tenemos la información de que hay que cepillarlos mínimo una vez al día y bañarlos cuando estén sucios.
Pero realmente cuando hay que elegir un cepillo no sabemos qué tipo, ya que nada más ponerte en frente del mostrador de una tienda de animales vemos muchos tipos y modelos de cepillos y peines.
Lo más importante a la hora de elegir un cepillo es lo siguiente:
– QUE NO SEA DE PLÁSTICO
– QUE NO TENGA BOLITAS AL FINAL DE CADA PÚA
– TIENEN QUE SER METÁLICOS
Yo misma he probado diferentes cepillos y peines, y toda la información se basa en mi propia experiencia. Habrá gente que opine diferente a mí, ya que cada uno ha tenido distintas experiencias. Yo sólo cuento lo que he podido comprobar yo misma.
CEPILLO DE CALIDAD NORMAL
El siguiente cepillo lo adquirí al principio de todo, y lo sigo teniendo y lo uso de vez en cuando.
No es tan malo como para no recomendar nunca jamás a nadie, pero lo voy a explicar para que veáis el porqué de la calidad normal.
Si os fijáis al cepillo se le ha ido el recubrimiento por el uso y está viejo, pero aún me vale para peinar sobre todo aquellos que no son de exposición.
Lo que hay que mirar en esta foto son las terminaciones de las púas, y se puede ver la ampliación para poder apreciar mejor.
La foto no es tan nítida como me habría gustado, pero es suficiente para apreciar que las puntas terminan formando una faceta, es decir, la punta tiene otra superficie plana.
Además se puede ver que los bordes no son regulares; cada púa termina de una manera. Esto tiene importancia a la hora de peinar sobre su piel; no es tan afilado como para arañar la piel pero si peinamos con un poco más de presión de lo que debemos ésto les puede provocar molestias.
Al final esto puede hacer que no les guste el cepillado y el trabajo de cada día será más difícil para ellos y para los amos.
CEPILLO DE CALIDAD SUPERIOR
El siguiente cepillo se utiliza para las patas y zonas de acceso difícil, como entre las piernas, final de las patas, debajo de las patas de delante (es decir, el sobaquillo para que todos lo entendamos sin problemas) ya que es estrecho y permite acceder bien y sin muchas molestias.
Pero las fotos sólo las voy a poner para que veáis la diferencia con el anterior.
Creo que ya se puede ver la diferencia con el anterior cepillo. Los bordes de las púas son más homogéneos y están más redondeados. Creo que no necesita más explicación que ver la imagen en aumento.
No es un cepillo indispensable, pero hace una función intermedia entre el cepillo grande y el peine que voy a explicar más abajo.
CEPILLO DE CALIDAD PROFESIONAL
Este cepillo es el que llaman el «cepillo de mantequilla» y con este nombre se puede encontrar en diferentes sitios.
Pero yo he podido probar esos que se llaman igual y tengo que decir que la calidad no es igual porque se llamen igual.
El precio de un buen cepillo es elevado y tampoco es fácil hacerse con uno que realmente valga la pena.
Para elegir el correcto y el más adecuado para uno mismo hay que haber probado unos cuantos con el consiguiente gasto.
El cepillo es tan importante sobre todo para esta raza que los profesionales invierten cantidades importantes para hacerse con uno, y sobre todo aquellos que los exponen.
Yo tengo cosas que uso solamente para ejemplares de exposición y otras que jamás lo usaría para los mismos.
El material de las púas es diferente, el cojín de soporte para las púas también son de diferente calidad, las púas tienen tratamiento antiestático para evitar en lo posible la electricidad estática y personalmente prefiero una base de madera antes que de plástico.
Se observa unas púas con unas puntas totalmente redondeadas y homogéneas y podéis ver la ampliación de las mismas.
Esto es lo que le diferencia frente a otros que os he expuesto anteriormente, y no escatimo en gastos para hacerme con un cepillo de calidad extraordinaria para cepillar a los míos.
El borde redondeado hace que el cepillado sea un masaje para la piel y de esta manera se estimula mejor la circulación. Y esto está directamente ligada a la salud y la calidad del manto de un maltés.
Para terminar esta parte de los cepillos voy a explicar el porqué no hay que usar los de púas de plástico y sobretodo aquellos que terminan en bolitas.
Los de plástico, con el cepillado, acaban produciendo electricidad y hará que los pelos separados por el cepillado se vuelvan a juntar por efecto de la misma. Al final esos pelos que se quedan pegados por la electricidad acabarán anudándose más fácilmente que unos pelos sueltos y libres entre sí.
Los que terminan en bolitas, que se puede encontrar tanto de púas de plástico como los de metal, no son recomendables porque muchas veces, en vez de separar los pelos que están poco anudados, los arrancan o los rompen directamente con la bolita.
Los pelos se pueden quedar enganchados en las bolitas y se van cortando, y es uno de los motivos por el que el pelo del maltés no crezca tan rápido como desean los amos.
Hace poco me encontré con una persona que me trajo un ejemplar que habíamos entregado un año atrás.
Se trajo todo lo que usaba para peinarlo y supuestamente el cepillo de mantequilla que había comprado. Cuando veo al perro y le pregunto si le había cortado el pelo alguna vez, me contesta que jamás.
Cuál fue mi sorpresa cuando me enteré de que el cepillo era excesivamente duro para el pelo del perro y eso era lo que había hecho que no creciera el pelo. Más correcto sería decir que le estaba cortando el pelo en cada cepillado.
Espero haber resuelto algunas dudas sobre el cepillo que hay que escoger, pero la calidad hay que pagarla y no todo el mundo quiere gastarse una cantidad no pequeña en un cepillo y eso es perfectamente comprensible.
Otro día os contaré un poco sobre los peines, para qué sirve y la diferencia entre ellos.